No quiero esta isla.
Solo quiero de habitáculo, tu cuerpo.
Sutilmente exiliarme, entre la multitud de tu hombría.
Y crear allí, mi más sentido terruño.
No lo tomes, como el exordio de mi rendición.
Si quieres, te permito abusar de mi amabilidad…
Si quieres, te permito privar mi libertad…
¿Puedes sostenerme? ¿Puedes hacerme brillar?
Creemos, una útil simbiosis…
Julia
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